EL SABOR DE LA NOCHE.
fresca
y dulce como amante antes del coito,
temerosa
e insegura
preñada
de reflejos oscuros,
como la
brasa de cigarro que se apaga.
La
noche se nos fue gastando en saliva y deseo
desparramada
sobre los charcos empedrados de los recuerdos,
escondiendo
su vergüenza bajo la nuestra
y su
mirada quebrada al despedirnos
en una
lágrima robada y un beso.
La
noche acunó el eco de sus pasos al alejarse,
mientras
Yo agonizante de amor saciado
contemplaba
el mar negro de los sueños pobres
solitario
desconsuelo sin alma ni esperanza
imaginando
el hueco de sus senos entre mis manos
y el
sabor a pecado de su sexo.
(Fotografías de ;Atushi Suwa.Alecio de Andrade.Angellena Belka.Eugeny Kolcenikov.)
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