ERRANTE. Cronica de 16 años pedaleando alrededor del mundo.(PABLO GARCIA).
ERRANTE.-
16 AÑOS `PEDALEANDO. LA VUELTA AL MUNDO CON: PABLO GARCIA.
Antes de nada, es inevitable hacernos la siguiente pregunta; ¿Quién es Pablo García?
Según la misma cuenta en su blog, Pablo era guía de Turismo en el Estado de Alagoas Brasil, cuando empezó a dar forma a sus sueños de recorrer el mundo en bicicleta.
Luego de un par de viajes por las afueras de Maceió y con apenas 200 km de ruta recorrida se decide a dar el gran salto, e iniciar la aventura de su vida, la vuelta al mundo en bicicleta.
Como el mismo reconoce; Fue una decisión precipitada, no tenía ninguna experiencia. Me tomó 3 meses y medio regresar a Buenos Aires pedaleando. Allí comencé a organizar mi gran viaje. Contacté 100 empresas para patrocinar mi proyecto, de las cuales solo dos me apoyaron. Eso me bastó para arrancar.
Dar la vuelta al mundo en bicicleta no sólo implicaba estar en forma y salir a la carretera para pedalear el máximo de kilómetros diarios posibles. Para emprender una aventura de este calibre resultaba imprescindible planificar cada etapa con cuidado y generar ingresos para seguir adelante, obviamente, porque los gastos por mucho que uno aquilate su presupuesto son cuantiosos e inevitables.
Entre los años 2001 y 2017 recorrió más de 167.000 kilómetros pedaleando por los cinco continentes, e un fascinante viaje a través de tierras, pueblos y culturas sorprendentes, superando en ocasiones situaciones de autentico peligro, y compartiendo experiencias y vida con aquellos quienes a lo largo de su periplo fue conociendo.
Inicialmente Pablo pensó en dedicar dos años, y medio, como mucho tres máximo a su loca aventura de recorrer caminos, países y territorios desconocidos con su bicicleta.
Su primera bicicleta fue una Mountain bike comprada en Maceió, Tenía un Cuadro importado, sin marca, y equipo Shimano Acera. Solo un año después, cuando me subí a la Halley entendí que esta bicicleta era pequeña para mi altura.
Así y todo, pedaleé 10.000 km de regreso a Buenos Aires, sin alforjas y apenas con una mochila que se me caía todo el tiempo. También llevaba una carpa china que cada vez que llovía entraba agua por todos lados y mi bolsa de dormir que no abrigaba nada. No tenía nada de experiencia.
En esta época no llevaba computadora, ni cámara de video, apenas una cámara de fotos, de película. No llevaba herramientas, ni repuestos, ni tenía una cocina para prepararme comida. Lo único que llevaba era una pila de ilusiones y todas las ganas de descubrir el mundo.
La bicicleta sola pesa 23 kilos, e incluye las cadenas para su seguridad y los portaequipajes.
Años más tarde, ya con la experiencia acumulada del camino y dos nuevas bicicletas que sustituyeron a aquella primera, su equipaje pesa unos 55 quilos, entre saco de dormir, tienda de campaña, herramientas para reparar averías o pinchazos, así como un inflador de pie, además de ropa para frio y calor e impermeable, en una mochila de viaje.
Además, llevo una notebook, dos cámaras de video, dos cámaras de fotos, trípode, una pila de baterías, sus cargadores y cables. También algunos discos duros y la carpeta de prensa para visitar posibles sponsors.
Por último, llevo todo el equipo de camping, como una pequeña hornalla a gasolina, un juego de ollas, platos y cubiertos, rallador de zanahorias y hasta una minipimer. Además de una pequeña linterna, un mosquitero y el machete, entre otras cosas.
La auténtica aventura, de Pablo se inicia casi dos años más tarde de sus primeros pasos en post de su sueño de dar la vuelta al mundo en bicicleta, y precisamente fue en uno de los continentes más duros, desconocidos y difíciles de los cinco de nuestro planeta, nada menos que África, donde todo da vértigo, donde todo vibra con una intensidad particularmente propia que nos habla de la necesidad de vivir el día a día sin planes de futuro desde Ciudad del Cabo en Sudáfrica, hasta Egipto. Y precisamente lo inicia ignorando la dureza del comienzo, de las subidas y bajadas, de la carga y el peso añadido de la bicicleta, de la falta de comprensión hombre-máquina, cuando los elementos se confabulan en contra tuya, las averías mecánicas, los pinchazos, las caídas, el temor al fracaso, la sensación continua de haber cometido un grave error, a lo que contribuye el aislamiento, la soledad, la incomprensión de los idiomas y lenguas que hacen muy difícil la comunicación, luchando contra viento y marea con uno mismo, el medio hostil en medio de unas condiciones de sub desarrollo asfixiantes, con pésimas infraestructuras, caminos imposibles, sin agua potable, ni luz eléctrica y la continua sensación de inseguridad y peligro, que se siente con mayor intensidad cuando cae la noche, los sonidos se multiplican y la soledad y el silencio resultan insoportables.
Y a pesar de todo ello, Pablo consigue sobreponerse, cruzar el Rubicón de las primeras semanas, los primeros meses entre dudas, errores y miedos, y consigue llegar a Mozambique, ya con la seguridad de que su viaje continuaría pasara lo que pasara, porque todo tiene solución con paciencia y fe en uno mismo, porque ahora ya es consciente de que atravesar el continente africano significa, comer lo que sea, lo que se encuentre, beber agua de cualquier pozo, suciedad y falta de higiene, moscas y mosquitos, y sus consecuencias en forma de enfermedades a pesar de las vacunas; malaria, colera, tifus o fiebre amarilla.
Así nació y se fue conformando a lo largo del tiempo con el paso de los años y los kilómetros recorridos “Pedaleando el Globo” el proyecto que durante 16 años ocupó la menta y el cuerpo de Pablo García, este argentino viajero incansable., que lleva ya nada menos que la friolera de 167.000 km a través de todos los continentes.
En la actualidad, tal y como nos contó cuando lo conocimos en los jardines del Retiro Madrileño, próximo al palacio de Cristal, un día de asfixiante calor del mes de junio, se encuentra trabajando en un proyecto de serie, escribiendo las historias de sui viaje y organizando paseos de cicloturismo en la Patagonia Argentina.
Para que se hagan una idea del recorrido realizado a lo largo de estos 16 años, y tal y como nos cuenta Pablo, y relata en su libro de viaje: ERRANTE (Crónicas de una vida en bicicleta), autoeditado por el autor, en mayo de este mismo año, y como el mismo reconoce: Este no es solo la historia de un viaje, sino la de una gran decisión: vivir sin certezas, apostando a la intuición.
Su aventura se inicia en Brasil, como ya dijimos, desde Maceió regresa a su Argentina natal haciendo casi 10.000 km para llegar a Buenos Aires, donde permanece año y medio organizando su viaje alrededor del mundo en Bicicleta.
En el año 2001 partí para Ciudad del Cabo, Sudáfrica y pasé 27 meses para llegar al Cairo, Egipto, de donde vuela a España. En Europa pasé más de 2 años y medio en los que recorrí 30 países visitando así mismo el norte de África.
El recorrido planificado lo lleva al Cercano Oriente, donde pasa un año, y de allí volví a Europa para recorrer los Balcanes. Regresa a Turquía y cruza Irán, el Golfo Pérsico, Pakistán, India, Nepal y otra vez india de donde volé al Sudeste Asiático, para luego seguir con China, Japón, Corea, China otra vez, Mongolia, China una vez más, el Tíbet y otra vez el Sudeste Asiático. Luego Indonesia y Timor del Este, en total algo más de cuatro años pedaleando y recorriendo caminos, lugares, ciudades y pueblos desconocidos de Asia.
La ruta lleva a Pablo hasta Darwin, y Australia para pedalear hasta Sídney, y recorrer Nueva Zelanda, Samoa, Hawái y de nuevo dar el salto al continente americano, volando a San Francisco para recorrer California, y una vez que llegó el fin de la primavera volé hacia Alaska, de donde bajé hasta la ciudad de México.
Queriendo conocer la costa este de Norteamérica, y también para evitar la época de lluvia en Centroamérica, vuela a Toronto, Canadá y de allí con su inseparable bicicleta pedalear hasta Miami, de donde regresé en avión a México y continúa atravesando Centroamérica hasta Panamá para volar a Colombia.
En época seca en las Antillas visita las islas de Curazao, Trinidad, Grenada, Saint Vincent and the Grenadines, Barbados, Santa Lucia, Martinica, Dominica, Puerto Rico, República Dominicana, Haití y Cuba., regresando una vez finalizado el recorrido a Colombia, y desde allí seguír hacia Ecuador, Norte de Perú, y por el Amazonas bajar hasta Belém, Tras recorrer el nordeste brasileño, atravesé Bahía, Goias y MS, la segunda parte de Brasil.
Antes de poner punto y seguido a su recorrido se dirige a Bolivia y finalmente regresa a la Argentina por Jujuy. Hice 7 cruces de los Andes para explorar la Patagonia Argentina, la carretera Austral en Chile y por fin llegar a Ushuaia, la ciudad conocida como el fin del mundo. Luego seguí viaje hacia el norte del país con el objetivo de conocer cada una de las provincias argentinas, llegué hasta Formosa, visité Paraguay, Foz de Iguazú, y desde allí pedaleé hacia Buenos Aires donde el 29 de octubre de 2017, termino su andadura en esta vuelta al mundo en bicicleta, sin duda toda una epopeya y sueño cumplido.
Sin duda ahora queda lo más difícil, adaptarse a la vida normal, de la gente normal que trabaja cada día por ganarse su sustento, pero con la tranquilidad, la sabiduría y la experiencia de 16 años pedaleando el globo.
Errante es el relato de estos dieciséis años pedaleando contra el miedo, la soledad, el vacío y la extenuación de lo desconocido, a lo largo de un camino infinito que nunca se acaba, porque es la vida misma mas allá de cualquier frontera.
Angel Utrera.
fOTOGRAFIAS, DE AUTORIA Y PROPIEDAD DE PABLO GARCIA, ALGUNAS CON SU COMPAÑERA ITALIANA CLARA, TOMADAS DEL BLOG DEL AUTOR, QUE RECOMENDAMOS LEER ATENTAMENTE, YA QUE EN EL SE CONTIENEN LAS EXPLIACIONES DETALLADAS DEL VIAJE, ASI COMO UN BUEN NUMERO DE SUS PENSAMIENTOS, EXPERIENCIAS Y KILOMETROS RECORRIDOS DURANTE ESTOS DIECISEIS AÑOS DE PEDEALEO DE ESTE ARGENTINO VIAJERO, POR EL MUNDO.
www.pedaleandoelglobo.com
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