¿QUIERES SER MI NOVIA?

Tengo la papelera llena de papeles arrugados, borradores incompletos de la nada, muestrario interminable de desánimos y fracasos, tantas tentativas fallidas que ya no sé.

Tantos años que ya pesan y las hojas de mi libreta  de poesía a rayas  y vida en blanco, emborronado por el tiempo y los recuerdos .

Nostalgia de lo que fuimos o de lo que creímos ser, tal vez tan solo lo inventamos, o lo soñamos.

Cuaderno de hojas en blanco, como las sábanas que colgábamos haciendo de pantalla sobre las que proyectar aquellas fantasías creadas por los sueños de otros desconocidos y que nosotros con ojos como platos mirábamos en respetuoso silencio de espectadores pausados, al tiempo que nos sentíamos protagonistas de aquellas historias en las que montando a caballo  galopábamos por  entre los cañones del colorado. 

O marineros, feroces corsarios, navegábamos sobre la cubierta de una carabela de piratas, el viento en las velas, el casco mojado de sal y océano, la garrafa de ron en la mano, en pos de la isla del tesoro, donde desenterrar el cofre del muerto y pisotear su calavera tétrica.

Soñábamos a ser héroes de cualquier guerra mientras moríamos de mentirijilla como el protagonista de la película que nos hechizaba como otro flautista de Hamelin mas que mirábamos y seguíamos con los ojos empañados por las lágrimas fugitivas de las que nos avergonzábamos bajo la luz de los focos de esa fábrica de sueños, en la que los besos robados sabían a celofán y cliché en blanco y negro, a chicle bazoka y piruleta de fresa de una peseta, que conseguía transformarnos en otro tan diferente como imposible, bajo aquel cielo estrellado de una noche de verano tan lejana  ahora como nuestros sueños, mientras regresamos a casa en silencio cogidos de la mano, ejerciendo en primera persona el primerizo oficio de amor y amado, y aquella pregunta en el aire, y sin respuesta todavía y que aún resuena en mis oídos a pesar del tiempo, el silencio y el  polvo acumulado en el desván de mis recuerdos .

Y la pregunta mágica todavía flotando en el aire, y su respuesta resonando en mis oidos;

Quieres ser mi novia?.