EN COMPAÑIA DEL SILENCIO





El sabor dulce de la sangre le devolvió paulatinamente la conciencia de su situación.
No podía mover las piernas.
Desde el cerebro la orden quedaba interrumpida a mitad de camino y no sabia si sentía o no sentía, porque dolor, lo que era dolor no parecía tener.
Unicamente una sensación cada vez màs intensa de ahogo, como si empezara a faltarte el aire, como cuando buceaba a pulmón libre en las aguas del Atlantico, en el Roque de los Muchachos, allá en tierras lejanas, y tenia que subir a toda prisa porque ya no le quedaba un hálito.
Le dolía el pecho.
La obscuridad era completa, o eso le parecia. No era capaz de ver, màs allá de un palmo, ademàs las gafas habian desaparecido, quizás salieran despedidas con el impacto.
¿Qué hora seria?
Hizo un nuevo esfuerzo, por cambiar de postura, pero un intenso dolor, le obligó a inmovilizarse, abortando en mitad del intento, cualquier posibilidad de movimiento.
Habia cristales, desperdigados por todas partes, y sangre, escandalosa sangre, sangre abundante manando quien sabe por que heridas de su cuerpo de hombre.
Alli, a su lado casi al alcance de su mano, donde siempre lo dejaba cuando viajaba, tenia el mòvil, siempre lo llevaba conectado, su vida giraba alrededor de un mòvil. Enganchado, llamando y recibiendo llamadas, mensajes, recuerdos y olvidos.
Podia cogerlo, alargar la mano y alcanzarlo, ¡era tan fácil¡. Podia marcar el numero de casa, el de urgencias, el de cualquiera de la agenda grabada de sus amigos de infancia, o del trabajo.
Se concentró en ello, un nuevo esfuerzo, alargaria el brazo, derecho y su mano se haria con aquel objeto, ahora tan valioso, otras tan odiado.
Pero no podia, estaba paralizado ni piernas ni brazos tenian vida. El impacto debia de haber sido considerable, para dejarlo atrapado entre los hierrros, amasijo de hombre de barro, indefenso, de su vehículo nuevo. Tan orgulloso que estaba.
Un pensamiento se instalò con angustia en su cabeza. Hasta el momento era la ùnica parte del cuerpo que parecia responder a sus mandatos.
Macarena, mi amor, mi amada.....
Por la mañana con el beso blanco de buenos dias, habia cubierto su pecho hermoso, de mujer adorada, como cada dia desde ya tantos años.
Te veo luego, le susurro dulcemente al oido, para no romper el sueño amodorrado, tierno y caliente que entre sábanas enredado, la acogia.
En ese momento, como un relámpago, se diò cuenta que todo habia acabado, sus dias de idas y venidas, sus noches en sudor bañado, sus abrazos, y sus besos, sus miradas y sus manos, siempre sus manos, entre los pliegues de su cuerpo viajando.
Otra vez el sabor dulce de su propia sangre, resbalando entre los lábios, y una tos seca, que le cobraba el peaje de la vida, que avariciosamente su cuerpo se negaba a entregar.
Como sin darse cuenta, del silencio de las sombras, fuè surgiendo una luz pàlida, que timida al principio se dejò acompañar por el agudo sonido del timbre del telefono.
Alguien lo llamaba, todavía alguien se acordaba y en ese preciso momento en que èl se despedia, alguien conectaba con su imagen en el recuerdo, en demanda de sus palabras, esperando el sonido de su voz, al otro lado del aparato.
Uno, dos, tres, cuatro....seguia sonando en el vacio de la noche, en el dolor de la muerte incierta, en el frio de la soledad que era su ùnica compañía, en medio de aquel barranco por el que habia caido, en alocada carrera, sin premio ni meta.
Alli, escuchando el sonido cada vez màs apagado, junto a èl, como unica compañía, de un telefono, se diò cuenta de lo absurdo y ridiculo que era todo.
¡Maldita sea, malaya suerte de perro abandonado, la mia¡.
Pero ya no habia remedio. Su vieja amiga la parca, de soslayo habia venido acompañandole a su lado, en èste postrer viaje a ninguna parte.
Y como en el cine, ante una pantalla gigante, comenzaron a desfilar, las imágenes de su despedida, desde aquellos pasados años.
Su infancia fallida, los años mozos, los requiebros a las niñas, sus amores primeros, y los besos a escondidas entre frutales del huerto, por las piedras de la alcazaba, camino de la azabacheria.
Los paseos en bicicleta prestada, los partidos con balon de cuero, tan gastado. Las canicas, los carámbanos de hielo, las tamujas de los pinos, en los jardines del Triunfo.
Aquellos cuentos, los miedos y los sueños, tantos sueños de hombre, tantos proyectos.
La película seguia en blanco y negro. Otra vez la tos, ahora el frio que desde el murmullo del rio ascendia, escondiendo entre las rocas, el filo del asesino cuchillo que en su corazòn heria, con la furia del odioso, y un pedacito nuevo de vida se cobraba, asi con el gozo del asesino que premedita venganza y saborea victoria de muerte cansina.
Ahora, podia al recordar, sentir el calor de los olivos, el olor de los jazmines, el salado sabor de los ojos huidos en lágrimas de despedida, separados por el cristal, por la distancia de tantos dias alejados. Y la alegria del reencuentro, la lujuria, el misterio de los cuerpos aprendiendo en el amor, entrega sin pedir a cambio un sueldo por el trabajo bien hecho. Amor enamorado, proyecto de uno junto al otro......mi Macarena, mi amada, mi vida entera apasionada.
De ti me voy, a ti no vuelvo, de ti me pierdo, en ti me sueño, y no te puedo encontrar porque me muero.
Esposa mia. Maldigo el instante en que me fuì, porque a este dolor continuo me encadena sin remedio, y aquí perdido en el silencio no tengo esperanzas de regresar al hogar de tu fuego.
Otra vez la llamada desde el eco de la noche. El mòvil que vuelve a convocar mi atención por un momento. Si no puedo contestar, que no puedo cogerte, que no me puedo mover, que no me muevo. Pienso, y vuelve el silencio, entre las primeras luces del alba alla a lo lejos, en el horizonte proximo, linea de mis pensamientos rotos.
Que fácil hubiera podido ser, todo, si me retraso un instante, apenas un momento, y salgo unos segundos màs tarde. Podia haberme entretenido tomando otro cafè, volviendo en busca de las llaves olvidadas del coche, como otras veces.
Habria llegado tarde a mi cita con la ineludible obligación del otro lado del cristal, y tal vez, se hubiera roto. ¿Habria pasado de largo, y sin mi...... continuaria su viaje, buscando a algun otro, y Ahora yo no estaria aquí postrado agonizando. ..........
Extendiò la mano hacia el estridente ruido del despertador. Con la linterna iluminando la esfera redonda delincuente.¡ Ya llego tarde, me he dormido ¡.
Alli sentado, camino del trabajo la radio encendida, las noticias para despertar y abrir el dia daban cuenta de un accidente de trafico, con mortal resultado.
Apenas hacia una hora, un vehículo precedente en su camino, habia derrapado por un angosto barranco. Sin supervivientes, dentro del coche destrozado, narraba el locutor, con la voz indiferente del que da cuenta de otro final tragico. Destino y lacra en estos dias.
Pero, ¿entonces, lo he soñado, no soy Yo, acaso es otro........?





Comentarios

Cuspedepita ha dicho que…
Non lin o post aínda, á volta disfrutareino con calma.
Só quería deixarche unha aperta desde a Plata. Temos ceos anubados cada día, pero os afectos fan que saia outro sol que o ilumina todo.
Ata loguiño.
Angel Utrera ha dicho que…
¿Mar de plata......?
REalmente e moi fermoso. ¿Por que lle chamaran asi.....?
TEño morriña, teño saudade que cantaba Andres do Barro, e dasme envexa....
Tes que contarme todo a volta....¿Si?
Nos marcharemos o dez, algo mais cerquiña. ata os Paises Baixos, xa che contarei.
Cuidate moito, e dalle unha aperta a Anton e os teus.
Angel

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