SUEÑOS HUMEDOS.

En la tibia soledad
del hueco gris de tu espalda
encontré las respuestas
que buscaba mi cuerpo.
Hundí mi boca espesa
en la almohada sudada,
sorbiendo el sabor inexistente
de tus besos en la tela.
Mojado en tu saliva cada poro
de mi piel desnuda
sentía  tu aroma
y me dejaba envolver
como tela de araña.
Tan solo fuè un mal sueño
en una noche de fantasmas
ahora lo sé y no me engaño.
La intensa humedad
de mi deseo
y la añoranza
como siempre
los culpables del fracaso
en que me vierto
entregándome al  placer del yo egoista
en uno mismo  con cada espasmo
el sentimiento de culpa y el asco.
Y como tantas veces
despertè solo en nuestra cama
y como tantas veces;
no habia nadie en tu lado.




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