A UNA MUJER SIN MIEDO.....LIBRE TE QUIERO.

A UNA MUJER SIN MIEDO..-------------------(Poema primero.).Libre te quiero.

Salió indemne del accidente que había resultado su vida hasta ese instante.
Sacó su mano aterecida de miedo por la ventanilla del odio a la oscuridad buscando un resquicio por donde salir, escapar de aquel infierno, y emprendió una loca huida hacia adelante.

Ante sí, en un instante como un rayo cegador que ilumina deslumbrando la noche en el firmamento de su cielo, su vida se transformó en la realidad de un agujero.
Las palabras tiernas dejaron paso a los reproches y lamentos y poco a poco desaparecieron.


Las miradas de deseo cálidas, suaves amables, se convirtieron en insultos, en requiebros y engaños; meter mentira para sacar verdad, siempre sospecha, siempre semblante huraño, controlando, acaparando su tiempo, su espacio, su aliento.
Salió indemne del accidente de su vida, pero aprendió a moverse con cuidado, a que no se le viera, a no tener sombra, al silencio completo. 




Aprendió contra sí misma a mirar a ambos lados de la calle todo el tiempo. A caminar amparada en los muros de las casas, casi de lado. 
¡La maté porque era mía, la maté porque la quiero. La amo, la mato y me muero.¡ 
No hay amor cuando vive del miedo, cuando es avaricia, sin razón, posesión, asfixia, lujuria del alma y del cuerpo. No hay amor si apresas y encarcelas, si anulas y abominas, si destruyes, si ridiculizas, si encadenas, si golpeas, si te ríes de su Yo y la encarcelas.
Salió indemne del accidente de su vida pero las heridas sangraron demasiado tiempo y tiempo. Todavía duelen. 







Ahora por fin ríe de nuevo, y su sonrisa ilumina el día como el agua fresca de las rosas por San Juan, con las que lava su cara y borra las marcas de aquel sufrimiento. 
Y aprendió a tener cuidado, y a combatir el miedo, a no estar sola, pero tampoco mal acompañada, a quererse a ella misma en primer lugar y sobre todas las cosas para seguir en el camino, buscando su lugar, sin molestar a nadie, casi sin querer, como pasando de puntillas por la vida .
Salió indemne del accidente de su vida, y la mano tendida en la oscuridad sigue buscando el aliento del consuelo, la palabra amiga, la mirada dulce, el abrazo tierno.



Ayer la vi otra vez; tan diferente, tan nueva, recuperada, como antes, tan renacida, tan fresca, y así es como la quiero, sin cadenas, ni lagrimas en los ojos, sin sombras, ni cicatrices; Una mujer tan solo eso.

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