DESPEDIDA


Mientras la noche consumida
se acababa en un suspiro agrio,
te escapaste de mi abrazo,
y como sombra furtiva
te me quedaste mirando
en un largo beso arropado.
Así, a escondidas,
ladròn del tiempo
fuiste susurro de mis temores
tempranos.

Me di vuelta sin verte
y mi cuerpo desnudo
guardó el calido vacio de tu lado.
La ausencia de aquel momento
¡que eterna seria¡
¡tan largo invierno de amor cansado¡

Mientras,
mis ojos ciegos
dejaron escapar lágrimas negras
con que calentar el vacio de mis manos.
En tanto que en el silencio,
la puerta detrás de ti, cerrabas.

Tan seguro de tu engaño estaba,
que ni por un momento
tuve dudas.
Aquel era tu adiós esperado,
tu despedida.

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