SOMBRA Y FRAGANCIA DEL JARDIN EN LA VENTANA
Bajo la penumbra, entre la umbría de aquel instante
las sombras en el recuerdo de otras tardes
me hablaban como en susurros
del rumor del agua presa en el estanque.
Esquivos canales en infantiles laberintos de argamasa y sueños
arrastraban sin pudor el murmullo de la hojarasca muerta sin desmayo
en torrenteras enamoradas.
Aquel rincòn perdido y añorado
entre juegos de amantes ignorados
marchito de mimosas, lloraba la angustia del otoño dorado,
sin el jazmin en aroma ni el carmin de la amapola del viento.
¡Ay lujuria de otros tiempos¡
Dulces besos como escarcha
abrazos de cuerpos tiernos
escondidos entre las cañas, bajo las sombras soñadas.
Y al fondo, humilde y frondoso
tan en silencio de alma
el esqueleto, mudo y ciego de la magnolia, tronco seco de mi infancia
sordo testigo del miedo, sin pasado ni mañana
que como sombra me acompaña
del jardin en la ventana
por los senderos de ausencias en lágrimas.
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