EN FEMENINO SINGULAR.."MUJERES".


Durante la primera mitad del siglo XX y casi podríamos decir que hasta el termino de nuestra guerra civil que truncó sueños e ilusiones de modernidad y libertad en la población de femenina y también en una buena parte de la masculina, que veía con buenos ojos la igualdad de sexos, y la incorporación natural de sus compañeras, al mundo laboral, cultural, intelectual y politico, sin cortapisas de ningún tipo, la lucha incansable de la mujer resultó una constante que habría de pagar tributo en forma de sangre, sudor y lágrimas.



Injusto tributo a la desigualdad, el menosprecio y la opresión por parte de los hombres arropados en la tradición del mas puro estilo machista, amparado por las convicciones religiosas de nuestra santa madre iglesia y la tradición, basada en la ley del mas fuerte, al estilo de selección natural de los animales, a cuyo nivel se mantenían todos los que despreciaban y perseguían esta legitima lucha social.

Primero fue la lucha encarnizada por el derecho al voto, y mas tarde o casi en paralelo la lucha por el acceso a la instrucción, la educación y la cultura de la que se la mantenía apartada al considerarlas inferiores y de una ingenua simplicidad que no permitía la comprensión de los complejos problemas con los que se enfrentaban a diario sus hombres.
La casa, las labores domésticas, el cuidado de los hijos y la atenciòn, sumisión y satisfaciòn del rey de la creaciòn; el marido, era el fin ultimo y único de la mujer, por designio divino, casi.





Traigo a continuación unas breves notas a modo de explicación y como muestra un simple botón, tomado del Blog, As Uvas na solaina, del investigador y estudioso de la historia y literatura gallega; Marcos Valcarcel”  ;

 http://www.asuvasnasolaina.blogspot.com/

Estas hacen referencia  a las condiciones estipuladas en un contrato, por cierto de tan solo unos meses de duraciòn, a una maestra  anónima en el año 1923:

   "1ª.-  No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
    2ª.-  No andar en compañía de hombres.
    3ª.-  Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana, a menos que sea para atender función escolar.
    4ª.-  No pasearse por heladerías del centro de la ciudad.
    5ª.-   No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del Presidente del Consejo de Delegados.
    6ª.-  No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
    7ª.-  No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino y whisky.
    8ª.-  No viajar en coche o automóvil con ningún hombre, excepto su hermano o su padre.
    9ª.-  No vestir ropas de colores brillantes.
    10ª.- No teñirse el pelo.
    11ª.- Usar al menos dos enaguas.
    12ª.- No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
    13ª.- Mantener limpia el aula:
a).-  Barrer el suelo al menos una vez al día.
b).-  Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente.
c).-  Limpiar la pizarra al menos una vez al dia.



d).-  Encender el fuego a las 7:00 de modo que la habitación esté caliente a las 8:00 cuando lleguen los niños.
    14ª.- No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios".





Si estas condiciones ya de por si leoninas y que explican por si mismas la situación de la mujer en aquellos tiempos, en los que se empezaban a respirarse bocanadas fétidas de aire puro y nuevas tendencias, contra viento y marea y a pesar de los poderosos que se negaban violentamente a la realidad de las nuevas ideas y movimientos llegados con el modernismo y la Republica, no dejan suficientemente claro el papel de nuestras mujeres en aquella época, tras el paréntesis que supuso la irrupción de las ideas revolucionarias, el anarco sindicalismo, la teorias sobre la educación de la “Escuela moderna”, de Ferrer y Guarda, y el papel subyugante, capaz de remover los cimientos del inmovilismo burgués de nuestro Pais, y sus politicos, de mujeres de la talla de: Federica Montseny, Clara Campoamor, Margarita Neiken, o la  artista Maruja Mallo, entre otras muchas y grandes anónimas luchadoras que se dejarían la piel, y algunas la vida detrás de las barricadas, en las calles incendiadas por el odio y la represión bárbara, que trajo esta lucha sin cuartel por la igualdad, y algunos años mas tarde en las trincheras combatiendo codo con codo con sus hombres contras las huestes fascistas.
Veamos unas pinceladas del ideario al que no tuvieron mas remedio que someterse, bajando la cabeza, sometiéndose al duro yugo y las flechas de las ideas que el nacional sindicalismo, fascista, del llamado  movimiento nacional, ideario del régimen franquista, implantado tras la victoria del ejercito rebelde y alzado en armas contra el legitimo gobierno de la Republica. 



Recogemos algunas notas del llamado “Tratado de Economía doméstica para bachillerato y magisterio”,editado en 1958 por la Sección Femenina de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, el partido único de lo que entonces era el Movimiento Nacional.
Se trata, ni mas ni menos que de algunas de las recomendaciones que para el hogar se hacían a las mujeres españolas, en aquellos tiempos del blanco y negro, en los que a nuestras madres  les tocó vivir y aceptar con resignaciòn cristiana:





 .....Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo. Especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero.
        Prepárate: retoca tu maquillaje, Coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.
        Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a el.
Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.



     




 Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador. Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle
.


Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos.
Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades reales.
Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara.
Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa.
     


Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente.

Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
 Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo en la mañana. Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno.





El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo interior con talante positivo.
        Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche.



En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así, no le presiones o estimules la intimidad.





Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer.
Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar.
Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando despierte".



Lamentablemente esta fue la realidad cotidiana de muchas de nuestras mujeres, autenticas heroínas, que supieron callar y sufrir en silencio, tal vez por sus hijos, quizás por miedo, o simplemente porque no tenían otra salida, y el estigma social impedía cualquier manifestación de rebeldia o sacar los pies del plato,  sencillamente eso.
No podemos olvidar que hasta el año 1981 la mujer soltera era considerada menor de edad, sometida a la patria potestad de su padre, e incluso incapacitada para abrir una cuenta bancaria y disponer libremente de su salario y bienes, si los tuviera.
En cuanto a la casada, quedaba sometida al marido que podía incluso disponer libremente de los bienes de su esposa, sin el permiso de esta que perdía los apellidos de soltera pasando a ser la señora de.. Y que carecía prácticamente de independencia económica y social, y casi ni derechos.
Tampoco podemos ni debemos olvidar el papel de cómplice e instigador desempeñado durante todos estos años por la Iglesia Católica y sus representantes, siempre al lado del poderoso, como brazo armado ideológicamente de la represión y el miedo inculcado desde los pulpitos y detrás de las rejillas de los confesionarios, y que encontró en la candidez y confianza de las mujeres el mejor campo abonado para sus mensajes de resignación, sometimiento, acatando y obedeciendo en silencio.
Esta ha sido la patética realidad de nuestro Pais, de la que poco a poco pretendemos irnos recuperando, y que no deberíamos olvidar nunca  por nuestro propio bien, si no querémos volver a repetirla.
Angel Utrera

Comentarios

Entradas populares