LA SOLEDAD DEL ILUSO

Recuerdo, como entre las sombras turbias del pozo sin fondo en que me estaba hundiendo en caida libre y sin excusas,

al final del hueco de la escalera por la que deslizaba entre gemidos mis insomnios,el brillo de sus ojos.

La mirada clara y limpia de sorpresa al descubrime, ladròn de sus secretos, enamorado de su imagen en el espejo gastado de aquel baño infecto, de burdel de puerto. Lugar de desahogo cobarde, y paso.

Recuerdo ahora, en este postrero instante mientras de esta soga que aprieta para siempre mi ultimo aliento, y de la que pendo en ridiculo balanceo de muerto, que aquello ojos eran diamantes del desierto, estrellas siderales,cometas de otra parte, lagrimas negras de otro tiempo.

Aquella mirada furtiva, me dejò para siempre preso, y por ella doy la vida, como pago a mi error al cortar la suya para apresar eternamente aquellos ojos de Diosa fugitiva.