RENACER o "DE ENTRE LAS AGUAS-Tercera entrega y final.


Recuerdo sus ojos claros, tan azules como el océano del que me había sacado, el calor de su cuerpo abrazándome hasta devolverme el aliento y las fuerzas necesarias para seguir viviendo.
Esos son fundamentalmente mis recuerdos, los que puedo contar, y cuento.
Los otros, son solo míos, lo que ocurrió entre Esteban y yo, cuando conseguí calmarme y me recuperé nadie los sabe porque no podrían entenderlo.
Ni siquiera yo se muy bien que sucedió.
Solo que aquellos ojos recorriendo mi cuerpo desnudo me llamaba y no pude ni quise dejar de escuchar su llamada.
Se que me entregué sin prejuicios ni miedo, y que mientras su miembro duro me penetraba volví a sentir como mujer, cuando ya creía que el deseo estaba muerto.
Recuerdo su aliento cálido en mi nuca, sus manos ásperas de pescador acariciando mis pechos, el sabor agridulce de su boca, mientras mis pezones estallaban duros como rocas sobre la arena de la playa, bajo su cuerpo de hombre.
Se que gritaba su nombre, Esteban, Esteban, Esteban con cada una de sus embestidas dentro de mi vagina, hasta sentir el calor de su semen resbalando entre mis muslos, mientras mi cuerpo se derretía en un orgasmo inagotable.
Aquel hombre desconocido que me follaba, porque aquello no se podía llamar hacer el amor, y que se vació en mí sin reparos varias veces, me devolvió la vida, sin duda, dos veces. La primera rescatándome de morir ahogada, y la segunda devolviéndole a mi cuerpo la esperanza, y el deseo de vivir.
Aquel día, a mis cincuenta años, nací otra vez.

Ahora que ya casi no me queda tiempo, con la mirada opaca por las telarañas de las cataratas, y las lagunas de la mente en los que se hunden mis sueños y recuerdos, casi treinta años después, se que empecé a vivir nuevamente, aquel día.
Lejos de Pedro y su orden mecánico, lejos del mar que tanto quise y que casi me devora, lejos de los recuerdos de Esteban y su desenfrenada lujuria, que casi me vuelve loca y adicta al sexo, como un drogadicto al chute…
Lejos de todos y todo lo que había sido mi existencia hasta entonces, fui feliz, ahora puedo decirlo, porque fui solo mía dando lo mejor de mi a quien nada pedía a cambio.
Fin.



Comentarios

Cuspedepita ha dicho que…
O final, esa vista de paxaro sobre a súa vida desde a vellez e a enfermidade produce unha fonda tristura, anque as lembranzas sexan tan agradables :-))

Non te preocupes moito polo mal que te sentes. A min tamén me pasou, debe ser a depre postvacacional, pero pouco a pouco vai pasando ;-))

Aledoume moito atoparvos no aeroporto cando volvíamos. ¡Que mellor que atopar caras amigas cando unha volve á casa cansada e señerdosa !
Angel Utrera ha dicho que…
Por moito que un pense que a ficcion supera a realidade, eu estou certo de que non.
A vida ten tantas e tantas sopresas que ninguen é capaz de imaxinar nun libro, unha pelicula, ou unha historia, algo mellor ca vida mesma.
¿Quen pode imaxinar que vos regresabades de Argentina, e nos saiamos para os Paises Baixos, e que iamonos atopar nos pasillos de embarque do aeroporto......?
FErmosisima coincidencia, da que ainda gardamos feliz recordo.

Entradas populares