EL PISO. (Microrelatos con sabor a Sal).



El día 5 de Octubre del año de gracia de 1973, dejaba atrás mis 16 años para siempre, el bachillerato y alguna otra historia de la que parodiando,  como bien había dejado escrito Cervantes en sus memorias del Caballero de la Triste figura, en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero ni acordarme, digo que encaraba Yo con el optimismo normal de los pocos años de alguien con sus recién cumplido 17, su carencia de sentido común normalmente el menos común de los sentidos y ausencia practica de la vida, ya tendría tiempo con el devenir de los años para darme cuenta de todo ello, claro que en aquel entonces ni pajolera idea de la que se me venía encima.

Aquel año había empezado como siempre empieza todas las semanas con un Lunes cualquiera, y por supuesto por esas casualidades que se repiten una y otra vez, había sido día Uno de Enero, por cierto que; año del Búfalo, según el calendario Chino,- que mira que son raros estos de las naranjas, las de la China y mandarinas, ya se sabe,-  dedicarles todos los años a un bicho diferente.

Fue un año más, o un año menos, depende de cómo se mire, lo de siempre de la botella medio llena o medio vacía, ya se sabe que un pesimista es un optimista desengañado tristemente, insulso, vulgar, tedioso, aburrido y como todos los anteriores 16 para mi, comiendo, durmiendo, estudiando y a ratos jugando con los colegas y amigos del cole y del barrio.

En aquel año, los americanos, salían de Vietnam con el rabo entre las piernas, mascando chicle, con sus barras y estrellas en la bocamanga de las chaquetas, desde luego "americanas", por eso se les llama así a las de los trajes de los caballeros y con una buena lista de lo que las autoridades del momento llamaron caídos por la patria, bajas, héroes defensores de la libertad, etc. Y un cuerno de cabra, que se lo cuenten a todos los que allí se quedaron para siempre criando malvas, sin enterarse de por qué y para qué.  

También como quien no quiere la cosa, desde Cabo Cañaveral, al que habían empezado a llamar  Cabo Kennedy, se ponía en órbita la nave Pionner 11, que no tengo ni idea de para que sirvió, pero  cuyo lanzamiento  queda muy majo en la historia de aquel año y como no, se inauguraban las famosas Torres Gemelas, que años más tarde iban a ser protagonistas de una de las mayores ignominias que el hombre puede llegar a cometer, al ser derribadas en  aquel acto atroz de los aviones bomba, del Bin Landen ese, chocando contra ellas,  del que el mundo todavía no se ha recuperado.

Regresa Juan Domingo Perón, a la Argentina de su amada y llorada Evita, la de no llores por mí, claro que ya casado con otra, ya se sabe que las penas con pan son menos. Mike Olfield lanza un disco revolucionario para la época y que marcaría toda una tendencia en el mundo de la música, su Tubular Bells. Nixon, ¿Se acuerdan del?, empieza su particular calvario con el caso Watergate, el de los fontaneros de la Casa Blanca, que acabaría en su dimisión como presidente de USA. Grecia abole la monarquía y se declara nuevamente Estado Republicano, y por aquí el Gobierno de nuestro Generalísimo de todos los ejércitos del mundo mundial, el golpista Franco, con su brazo incorrupto de Santa Teresa bajo su almohada, desfiles bajo palio de la Santa madre Iglesia, y el sanguinario Carrero Blanco al frente de su gobierno de tecnócratas y opus deístas, toma nota, y se acuerda del dicho de que ;"cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar", y le manda un recadito a Juan Carlos, el que sería a la postre el Rey de reyes, el de la "Justicia es igual para todos", aunque para escucharle esta frase lapidaria, aún faltaban bastantes años  en nuestras vidas vulgares, comunes, mondas y lirondas, de Españolitos que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón, como nos cantaba Serrat, apropiándose los versos de Machado.

Y que mas, pues nada los de Septiembre Negro, el grupo terrorista aquel continúan pegando tiros y se cargan a no se cuanta gente en el aeropuerto de Atenas, por aquí los de la ETA, también andaban haciendo de las suyas, pero sobre todo en el Chile democrático de Salvador Allende, el asesino de los asesinos el general Augusto Pinochet, tristemente entrará en la historia por su terrible golpe militar, y el asesinado de miles de personas, cuyo único delito fue ser socialistas, comunistas, libertarios, demócratas en definitiva, obreros, estudiantes, campesinos, empezando por el mismísimo presidente Allende al que asesinan en la casa de la Moneda, bombardeada sin piedad por los aviones de aquella triste "Junta Militar de salvación Nacional". Malditos salvadores de la patria, siempre igual.¡

En Futbol, el Atlético de Madrid gana la liga, y el otro Atleti la copa del Generalísimo, el Madrid ,equipo del gobierno, entra en depresión, y la avenida que sube desde el Estadio Santiago Bernabéu, hacia la plaza de Cuatro Caminos, la calle Juan Domingo Perón, empieza a ser conocida como "la Senda de los elefantes", porque el caminar de sus socios y aficionados a la salida de los partidos se asemeja a un pesado y lento caminar de elefantes, lamentándose del juego de su equipo, después de una nueva derrota. Por otra parte es el Ajax de Ámsterdam, un equipo desconocido hasta  unos años antes que comienza a maravillar y marcar una época al conquistar su tercera copa de Europa consecutiva,  con Johan Cruyff, Neeskens, Stefan Kowaks y compañía después de dejar en la cuneta en semifinales, nada menos que a aquel Real Madrid, de los, Amancio, Santillana, el que después seguiría jugando a pesar de tener tan solo un riñón en perfecto estado, Zoco, García Remon,Benito, etc. y al que dirigía el mago Miguel Muñoz, que en paz descanse.

Y se estrenan películas tan inolvidables como; La noche Americana de François Truffaut, El Hombre de Macintosh de John Huston, Amarcord de Federico Fellini, o el Espíritu de la Colmena de Victor Erice, aquí en casa. En tanto que el Oscar a la mejor película se la lleva, nada más y nada menos que el Golpe, de George Roy Hill, y aquel amor de mujer, la Tatum O'Neal, se lleva el de mejor actriz, por su papel tierno y delicado, en Luna de Papel, que niñita mas ideal, y que buena estaba de mayor, que me perdonen las feministas, pero es que era para mojar pan y repetir plato. 

Pero admitiendo por descontado, la importancia de todos estos acontecimientos históricos de aquel año, para ser sincero tengo que reconocer que ninguno de ellos supuso gran cosa para mí a nivel personal, y lo que realmente si me marcó y dejó huella en mis recuerdos más entrañables e íntimos, hasta el punto de seguir guardándolos en un lugar privilegiado de mi baúl de cosas más que queridas, sin ninguna duda fue mi despertar a la vida, tomar conciencia de que a mi alrededor se contoneaba insinuante el sexo femenino y ,mira tú por dónde, me gustaban todas un montón; que tenían pechos, tetas que decíamos nosotros mas burros que un arado, y no les colgaba aquella cosa nuestra de entre las piernas,  claro que solo eso, gustar, pero de catar na de na, porque de ahí no se podía pasar, porque amigos, en aquellos tiempos y siendo educados en un colegio de religiosos que se remangaban la sotana para jugar con nosotros al futbol en los recreos, en aquel campo de tierra, autentico barrizal en invierno, todo era pecado, todo era prohibido, todo era infierno, fuego eterno y crujir de dientes, así que como para sobrepasarse y mirarles el escote que ya empezaban a despuntar en algunas de aquellas "mis salesianas", donde nos llevaban los sábados a ver películas, por supuesto toleradas, y después de pasar el santo filtro de la censura mas férrea, la de los censores oficiales, primero del régimen y los oficiosos  después, que eran nuestros profesores curas, naturalmente, guardianes de la castidad, la pureza y nuestras almas infantiles, que ya apuntaban maneras de perversos recalcitrantes, obsesos sexuales.  Ellas sentadas en las primeras filas, en medio cuatro o cinco filas libres, y nosotros detrás, y de vigilantes las monjas y los curas, a ver quien era el guapo que se sobrepasaba.




 Nuestros encuentros con el sexo débil, que me río Yo de lo de débil, que menudas eran y el genio que se gastaban como te metieras con ellas y no les gustara, se limitaban a ir a comer unas tortitas de crema y chocolate y una coca cola, a la salida de los partidos de futbol, los sábados por la tarde.
Algunas veces cuando nos sentíamos generosos y la paga de la semana aún duraba, las invitábamos, aunque  las mas, compartíamos las tortitas y la coca, una para dos.
Y los Domingos a la tarde, el "guateque", en el bajo del " Pedro Lachica", que sus padres tenían una pensión, y en aquel bajo preparábamos aquellos bailes, con música de Simon and Garfunkel, de los Canarios y los Bravos, de los Mustang, el Duo Dinámico, Adamo y aquel mágico Tus manos en mi cintura, pero mírame con dulzor, y en donde la batalla incruenta de los sexos, era nosotros arrimarnos y ellas con los brazos sobre sus incipientes e insinuantes pechos, que deseabas no solo sentir, sino palpar y ver en el máximo de la perversiòn, separándose de nosotros para que no se notara su deseo, porque claro eran decentes, y otra cosa estaba mal vista, y era ser una cualquiera. Nosotros pulpos y ellas erizos de mar llenas de puas, y de vez en cuando se rifaba una bofetada, por pasarte de la raya.

Éramos aprendices de hombres, y mujeres, pero claro sin saberlo, y la vida poco a poco se habría de encargar de que lo aprendiéramos, sin duda, en ocasiones a base de golpes, con demasiado sufrimiento y dolor, pero las cosas son así, y siempre así fueron.   

Todo el puñetero día pensando en el sexo, mirando a escondidas paginas de revistas  porno, sabe Dios de donde salían, y que me dejaban en un estado de estupor tal, que después tenía pesadillas por la noche, y no precisamente sueños húmedos excitantes y eróticos, porque aquello más que provocar mi lascivia, me daba cierto asco, cierto reparo, francamente aquellas cosas que se suponía tenían las mujeres entre las piernas no me resultaban nada atractivas en aquellas fotos tan explicitas y sucias. Desde luego se alejaban bastante de la idea platónica que Yo albergaba sobre las chicas a las que seguía desde lejos a la salida del colegio, a las que espiaba en sus cuchicheos y risas, y por las que me sentía más que atraído con el natural respeto y mi educación cristiana y  super religiosa.

Es curioso recordar ahora, que antes del sexto mandamiento hay cinco, pero que todo su obsesión fuera siempre el sexto, y que cada viernes al irnos a confesar, el examen de conciencia, empezara siempre por el dichoso sexto, la castidad, y cuantas veces te has tocado, y has tenido pensamientos impuros, no te preguntaban si habías robado, o si honrabas a tu padre y a tu madre, o si amabas a Dios sobre todas las cosas, no, siempre era que si te masturbabas y cuantas veces, y menos mal que no me preguntaban por el coito, o si había follado o no, porque Yo de aquella más verde que los Pirineos, y ni idea de lo que era, claro que algo me maliciaba, pero siempre en medias palabras, mentiras a medias, y chistes verdes que entendía a trancas y barrancas.

Que quieren que les diga? Siempre he sido bastante inocentón y pasmón para según que cosas, y esta es una de ellas que me costó asimilar, descubrir, aprender y cogerle gusto. Que si llego a saber en aquel entonces lo que se ahora, mi madriña, otro gallo me cantara, pero claro, lo que no puede ser, pues no puede ser, y además resulta imposible.

Aquel año fue para mí el del salto al finalizar el bachillerato, a lo que se dio en llamar COU (Curso de orientación Universitaria), y que vino a sustituir al famoso PREU, -quien no ha visto la película, aquella españolada de época, de los "Chicos del Preu", - Enorme invento, y gran parida que duró lo que dura un caramelo a la puerta de un colegio, porque no tenían ni puñetera idea, como en casi todas las reformas educativas que ha padecido este País nuestro, de lo que hacer, puestas en marcha por imbéciles ministros analfabetos.

Pues eso, para rematar mi paso de ecuador y aprendizaje en aquel año, no recuerdo como ni porque di con mis huesos en uno de esos, como lo llamaría Yo? "El Piso".
¿Que era el piso? Pues ni más ni menos que un local de encuentro bajo la supervisión, y control de los miembros de la obra; El Opus Dei. Los hermanos seguidores del trabajo inconmensurable de Monseñor Escrivá de Balaguer, y que les dejó en su manual de campo, en su libro rojo, en su famosa hoja de ruta titulada; Camino, las enseñanzas y guía espiritual más completa que se pueda encontrar en el ámbito de la espiritualidad Cristiana.

Mi inmersión en aquel mundo duró escasamente un año, francamente tengo que reconocer que con la máxima amabilidad y educación posible, me invitaron a dejarlos, ya que presentían que aquello no era para mí. Realmente acertaron de lleno en su diagnostico, y tal y como lo recuerdo, me invitaron a marcharme y yo cogí la puerta y les dije hasta luego Lucas, si te he visto no me acuerdo, y hasta hoy.
El caso es que fue visto y no visto, mi crisis de identidad, mi confusión mental, mi fe, el miedo, temor, pavor por el pecado, la debilidad de espíritu del que aún no sabe de la misa la media y busca y quiere probar, y quiere saber, y se equivoca, y sigue, y pregunta y revuelve, y lee, y contrasta. Todo un batiburrillo de, ahora desde la distancia de los años, lo sé, de estupidez y miedo a vivir, que ellos en el Pisito, al que yo empecé a acudir con algún amigo, por su biblioteca, e instalaciones maravillosas para estudiar, intentaban canalizar y teledirigir, moldeando nuestras almas y cuerpos de niños/hombres, a su antojo y conveniencia.

Sin duda, muchos de los chavales, compañeros y amigos míos que por allí pasaron llegarían a alcanzar niveles de empatía e identificación completa y gratificante, para mí hay un matiz sectario, de lavado de cerebro muy peligroso en personas inmaduras como era Yo mismo, pude salir, y no por mis meritos y esfuerzos, más bien por mis deméritos, ya que me echaron, pero cuanta gente quedaría marcada, condicionada, ligada, atrapada en aquella red, en aquellos años, en aquellos pisitos? Mejor no saberlo.
Angel Utrera.   

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