AQUEL TRANVIA NO SE LLAMABA DESEO

A foto é de Franz Boderchan...Desnudo



Era muy de mañana
las legañas todavia no abandonaban mis sueños de telarañas sombrias.
Recuerdo sonidos
los pasos ligeros sobre los adoquines hùmedos,
el crujir de la tierra helada,
el chirriar apagado de las persianas metalicas de los bares madrugadores,
o quizas era el cierre tras la recogida de los ultimos borrachos insomnes.
Recuerdo olores
el aceite requemado de los churros de a peseta el junquillo,
la hierba en los jardines de escarcha
el humo de los coches bajo el frio,
columnas de vaho informe,
que robaban el calor de mi aliento en los pulmones.
Recuerdo palabras,
murmullos, susurros quedos, entre reproches
y adioses de despedida.
y Yo me veo corriendo siempre;
entre el silencio,
la calle mojada
la acera vacia
las manos enguantadas de lana perdida en agujeros de niño
pantalones cortos,
y botas marca "Gorila",
canicas de barro cocido, en el fondo de los bolsillos
y la inocencia del que lo espera todo de la vida.
Nunca pude imaginarme
que aquel tranvia que tomaba cada mañana
me alejaba cada vez,
sin darme cuenta y poco a poco,
de mi infancia hacia la nada total
y màs mezquina.
Ahora que ya es tarde
se, que aquel tranvia no se llamaba deseo.






Comentarios

Cuspedepita ha dicho que…
Que fermoso !
Na lembranza da miña infancia tamén hai mañás de xeada coma esta, coa lama tan xeada que podiamos andar de zapatillas rba dela sen nos mollar :-)
Sempre e a todos cada tranvía que tomamos nos alonxa da infancia e non volve.
E a vida logo non é tan doada como imaxinabamos daquela.
Pero, no fondo, sempre conservamos algo daquel neno/a que fomos, nunca chega a morrer de todo no noso interior.

Unha aperta grande.

Entradas populares