EL AGRIDULCE SABOR DE MIS SUEÑOS
He agotado el crèdito
que abrieron a mi vida
en un intento vano
por encontrar
sin buscar la salida
de éste engaño.
Y ahora,
cuando adivino el final
de mis cansados pasos
ya no añoro futuro
ni recuerdo el pasado.
Ahora,
lo repito casi en grito,
me lamento amargamente
por los momentos robados
por las horas malgastadas, desatino
por tanto en tan poco
porque estoy loco, de sombras.
Me arrepiento, si
y lo digo sin reproches,
de mis dias sin sentido
de mis noches, como ausente
en éste sueño imaginado
que fuè mi vida.
Ahora, que ya nadie
puede prestarme tiempo
miro mis manos temblorosas
arrugadas y vacias
sin esperanzas
moldeadas en el barro de los sueños
y quiero encontrar una razòn
a tanto hastio
que sea el punto y final.
Pero no lo encuentro.
¿Tal vez, mañana
al otro lado del cristal
me arrope el frio, y para siempre?.
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